El testamento escondido de MARÍA DE MOLINA
TERCER RETO:
La reina dejó a la Comunidad de monjas cistercienses su palacio. María siempre quiso que las Hermanas se dedicaran a la educación de las mujeres de Valladolid y de los pueblos, de todas las clases sociales.
María de Molina como buena mujer de negocios sabía que las Hermanas necesitaban un soporte económico que las permitiera realizar su labor sin tener que pedir a las familias ninguna remuneración por educar a sus hijas.
En aquella época habitaba en el convento una Hermana con un talento especial para la repostería, Sor Mónica se llamaba. Sor Mónica era capaz de hacer los mejores dulces del reino.., roscos de vino, polvores, mantecados, panecillos de San Benito, cocas de melocotón, y sus exquisitas magdalenas que hacían las delicias de una ya anciana María de Molina.
María de Molina, lo tenía todo estudiado y sabía exactamente cuántas magdalenas tenían que vender para obtener beneficios y poder mantener el Monasterio.
Resuelve el siguiente supuesto y averigua cuántas bolsas de magdalenas debe vender como mínimo Sor Mónica para poder mantener el convento: (Ten en cuenta que en cada bolsa hay 12 magdalenas)
Para poder fabricar las Magdalenas Sor Mónica tiene los siguientes gastos.
- Tributos que ha de pagar al rey: 2000 maravedís/mes
- Gastos de personal del Monasterio (personal para trabajar la huerta, cuidar de los animales, limpieza del Monasterio): 3.000 maravedís/mes
- Productos de limpieza para el Monasterio: 600 maravedís/mes
- Costes de luz : 400 maravedís/mes
- Materias primas (harina, levadura, huevos, licores…): 20 maravedís por magdalena producido
Además, sabemos que el precio de venta por magdalena es de 30 maravedís.
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Calcula el punto muerto o umbral de rentabilidad (nº de bolsas)